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La Orden del Fénix
Ha sido un verano largo y solitario para Harry Potter mientras espera empezar su quinto año de estudio en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Ya es lo suficientemente duro tener que vivir con los odiosos Dursley para además no haber recibido ni siquiera una nota de sus compañeros y mejores amigos, Ron Weasley y Hermione Granger. Y no ha habido una sola palabra de nadie en el período siguiente a su confrontación con el malvado Lord Voldemort. La carta que llega no es precisamente del tipo de la que él esperaba; ésta declara que Harry está a punto de ser expulsado de Hogwarts por usar la magia de forma ilegal fuera del colegio y en presencia de un muggle, a saber, su detestable primo, Dudley. No importa que fuera en defensa propia ante un inexplicable ataque sin motivo por parte de dos Dementores. La única esperanza de Harry es defenderse de la especie de tribunal ilegal orquestado por el ministro de Magia, Cornelius Fudge, que tiene sus propias razones para desear que el joven mago se vaya para siempre. Para gran desilusión de Fudge, Harry es absuelto, gracias, sobre todo, a la intervención del venerable director de Hogwarts, Albus Dumbledore, pero su retorno a Hogwarts es, por primera vez, aprensivo e incómodo. Harry ya sabe que han hecho creer a gran parte de la comunidad de magos que la historia del reciente enfrentamiento del joven con Voldemort es una mentira absoluta, lo que pone en evidencia su propia integridad. Harry, que se siente condenado al ostracismo y solo, es acosado por pesadillas que parecen predecir siniestros acontecimientos. Peor aún, la persona cuyo consejo más necesita, el profesor Dumbledore, se muestra de repente extrañamente distante del confundido y dolido joven mago. Mientras tanto, en un esfuerzo por vigilar a Dumbledore y mantener controlados a los estudiantes de Hogwarts, especialmente a Harry, Fudge ha elegido una nueva profesora de Defensa contra las Artes Oscuras, la engañosa Dolores Umbridge. Desgraciadamente, el curso de magia defensiva “aprobado por el Ministerio” impartido por la profesora Umbridge deja a los jóvenes magos deficientemente preparados para defenderse contra las fuerzas oscuras que les amenazan. Por ello, a sugerencia de Hermione y Ron, Harry se convence de que debe tomar cartas en el asunto. En varios encuentros secretos con un pequeño grupo de estudiantes que se llama a sí mismo “el Ejército de Dumbledore”, Harry enseña a los jóvenes y valientes magos cómo defenderse contra las Artes Oscuras preparándoles para la extraordinaria batalla que él sabe que les espera más adelante.
El Ministerio del Príncipe
Voldemort va tomando control tanto del mundo Muggle como del mundo de la magia, y Hogwarts ya no es el lugar seguro que solía ser. Harry sospecha que tal vez hasta el castillo sea peligroso. Dumbledore sabe que la batalla final se aproxima, y por eso quiere preparar a Harry. Con ese fin, Dumbledore busca la ayuda de su viejo amigo y colega, el profesor Horace Slughorn, que cree que tiene información muy importante. Entre tanto, entre las paredes de la escuela, los estudiantes se encuentran afectados por algo que siempre ataca a los adolescentes: las hormonas. Harry cada vez se siente más atraído po Ginny, pero eso también le pasa a Dean Thomas. Por su parte, Lavender Brown ha decidido que Ron tiene que ser para ella, ¡lástima que no contó con los chocolates de Romilda Vane! Y también está Hermione, hirviendo de celos, pero decidida a no mostrar sus sentimientos. Los romances florecen, pero uno de los estudiantes no se deja afectar por todo ello. El está decidido a salirse con su plan, si bien es un plan muy tenebroso. El amor está por todos lados, pero la tragedia se cierne sobre Hogwarts, que tal vez ya nunca será como antes.
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